viernes, 23 de octubre de 2009

Warcraft - Inicio [Parte 1)

Publicado por tonysquall

La Historia del Mundo de Warcraft





Nadie conoce con exactitud el origen del Universo, pero parece evidente
que los Titanes, una raza de colosales dioses de piel metálica llegados
desde los lugares más recónditos del cosmos, explotaron el universo
recién nacido y emprendieron la misión de estabilizar los diferentes
mundos que lo componian y garantizarles un futuro a los seres que siguieran
sus pasos.




Dentro de su magnánimo y calculado plan para poner orden en el caos,
los Titanes dieron forma a los mundos alzando las poderosas montañas,
drenando mares insondables, rasgando los cielos para desgarrar atmósferas
respirables y dotando de poder a las razas primitivas para que pudieran
conservar sus nuevos mundos.

Regidos por la élite de una secta conocida como el Panteón, los Titanes
llevaron el orden a millones de mundos repartidos a lo largo y ancho de
la Gran Oscuridad del Mas Allá durante las primeras eras de la creación.
El siempre benénolo Panteón encomendó al mejor de sus guerreros,
Sargeras, la misión de estar en primera linea de ataque de los seres
demoniacos extradimensionales del Torbellino del Vacio, cuyo único objetivo
era destruir todas vidas y engullirlas energias de los seres vivos del Universo.
El poder de Sargeras era lo suficientemente fuerte para acabar
con cualquiere oponenete al que se enfrentarse... salvo uno.





Por desgracia para el Panteón, su incapacidad para concebir el mal y
la crueldad en cualquiera de sus manifestaciones jugó encontra de
Sargeras. Después de incontables milenios siendo espectador de las
atrocidades de las fuerzas demoniacas contra las que luchaba, Sargeras
se sumió en un estado de profunda confusión y desesperación que lo llevó
a la locura.

Sargeras perdió toda la fe en su misión y en el plan de los Titanes de
conservar un Universo en orden. Sucedió poco antes de que empezara a
creer que el propio concepto del orden era un disparate y que lo único
que podia existir en la oscuridad y soledad del univero era el caos y la
depravación.

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